Los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) se han convertido en un componente vital para los negocios, con un escrutinio cada vez mayor sobre las empresas para lograr objetivos relacionados con la sustentabilidad. Únete a nosotros mientras examinamos cómo agregar valor a la agenda ESG a través de los últimos avances globales en materia de impuestos y ESG. 

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Las consideraciones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) actualmente ejercen una influencia cada vez mayor sobre las estrategias corporativas y las decisiones de inversión. Muchas empresas ahora tienen un objetivo declarado de reducción de carbono y la mayoría de los gobiernos se han comprometido con objetivos para toda la economía destinados a avanzar hacia cero emisiones netas.

Las organizaciones podrían beneficiarse significativamente al comprender el papel que desempeñan los impuestos a la hora de agregar valor a estos objetivos. Por ejemplo, muchas organizaciones ya están asumiendo los costos de los impuestos ambientales existentes. Comprender cuáles son estos costos y porqué puede ayudar a definir estrategias más claras destinadas a disminuir ambos costos y, como resultado, el impacto ambiental de una organización.

 “Estos impuestos son en su mayoría costos operativos superiores a los insumos para las cadenas de suministro, incluidos el plástico, los vertederos, el uso forestal, el transporte, la energía y, por supuesto, las emisiones de carbono. Y habrá más impuestos. El grado en que una empresa puede absorberlos depende de la previsión, del lugar y del poder de la organización en una cadena de suministro”, Nicolás Alegría, Socio líder de Impuestos, Grant Thornton Chile.

Esto es más evidente en industrias como el transporte o la manufactura pesada, pero también se aplica a cualquier entidad que realice inversiones activamente, como bancos, private equity y fondos de inversión. Para estas organizaciones, es vital que cualquier modelo y pronóstico de inversión considere toda carga fiscal ambiental futura sobre las organizaciones en las que se invierte.

Al realizar esta forma de horizon scanning, los impuestos pueden agregar un valor significativo simplemente al entender qué afectará la base de costos e implementando cambios si ese impacto es significativo. Sin embargo, los líderes de impuestos también deben involucrarse con el ESG a un alto nivel organizacional para implementar el cambio requerido y demostrar el valor de este análisis prospectivo centrado en los impuestos.

"Habrá más impuestos. El grado en que pueden absorverse depende de la previsión, del lugar y del poder en una cadena de suministro” - Nicolás Alegría, Socio líder de Impuestos, Grant Thornton Chile.

Productos que enfrentan nuevos impuestos ambientales

El carbono ya es un tema digno de atención para los gobiernos, y es probable que aumente en el futuro. Por ejemplo, el Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM, por sus siglas en inglés) de la UE es un impuesto fronterizo que inicialmente se centra en una lista de productos considerados altamente intensivos en carbono incluidos el hierro, el acero, el cemento y ciertos fertilizantes y otros productos químicos.

El gravamen fiscal de frontera se basará en las diferencias entre el impuesto al carbono sufrido y el que se habría sufrido si el producto se hubiera fabricado en la UE. Los importadores deben registrarse en el CBAM desde octubre 2023 y el impuesto comenzará a pagarse en 2026.

La Comisión Europea calcula que el CBAM recaudará entre 15.000 y 20.000 millones de euros anuales en los primeros años. La clave para tu organización es comprender si sufrirá directamente este impuesto o si repercutirán en los costos.

Si bien el CBAM es un impuesto fronterizo, ciertos países han introducido impuestos directos al carbono a nivel local. Singapur, por ejemplo, se ha fijado el objetivo de lograr cero emisiones netas para 2050, lo que llevó a la introducción del régimen de impuesto al carbono en 2019. Comenzó con una base baja, con una tasa actual de 5 dólares singapurenses (S$) por tonelada de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero está previsto que aumente y podría llegar a S$80 por tonelada en 2030.

 “El impuesto al carbono ha resultado en un costo de vida más alto en Singapur. En particular, se espera un aumento en las tarifas eléctricas. El Gobierno de Singapur ha otorgado subvenciones a determinados hogares para financiar la compra de equipos eficientes energéticamente. En cuanto a las multinacionales que se ven directamente afectadas, muchas son conscientes del costo adicional que implica hacer negocios en Singapur”, Eng Min Lor, Socia de impuestos, Grant Thornton Singapur.

La Autoridad Monetaria de Singapur también ha estado alentando a las instituciones financieras a adoptar prácticas financieras amigables con el medioambiente e integrar la sustentabilidad en sus operaciones. Como resultado, muchos bancos con sede en Singapur han anunciado planes para apoyar el desarrollo sustentable y la transición a una economía baja en carbono eliminando la exposición a financiación no verde, como las centrales eléctricas de carbón. En cambio, el foco se centra en proyectos de energía renovable, edificios ecológicos y desarrollo de infraestructura sustentable.

Otro país que ha implementado medidas similares es Chile. Actualmente cuenta con tres impuestos a las emisiones de fuentes móviles y estacionarias, establecidos en 2014, 2016 y 2020 respectivamente. La última modificación entró en vigor en 2023, ampliando las entidades sujetas al impuesto.

 "Este año se espera que se presente un proyecto de ley para aumentar gradualmente el impuesto a las emisiones de CO2 y se introducirá un nuevo esquema de compensación de emisiones para brindar beneficios e incentivos a las empresas que opten por utilizar menos combustibles contaminantes", Nicolás Alegría.

"Cuanto más impuesto al carbono hayas sufrido en la cadena de suministro, menos CBAM deberías sufrir en la frontera". - Dan Dickinson, Socio de Impuestos y ESG y Líder de Impuestos, Grant Thornton Reino Unido.

¿Cómo influirá el CBAM en la economía global?

De forma aislada, el CBAM de la UE puede ayudar a ciertas economías que ya cuentan con impuestos al carbono vigentes cuando se considera de forma aislada. Cuanto más se haya incurrido en impuestos sobre el carbono antes de que un producto llegue a la frontera de la UE, menor será el CBAM a pagar.

“Desde la perspectiva de la industria siderúrgica del Reino Unido, por ejemplo, puede darse el caso de que las exportaciones a la UE comiencen a parecer ligeramente más competitivas dado que el Reino Unido ya tiene una carga fiscal sobre el carbono relativamente alta. Pero el impuesto al carbono se ha sufrido y potencialmente se trasladará a través de la cadena de suministro, simplemente se ha incurrido en otro lugar y no en la frontera de la UE”, Dan Dickinson, Socio de Impuestos y ESG y Líder de Impuestos, Grant Thornton Reino Unido.

Con el tiempo, es posible que ciertas organizaciones busquen impulsar una coordinación global, y la OCDE ha trabajado recientemente en ello. Esto plantea la cuestión de si habrá un avance a más largo plazo hacia la armonización, dada tanto la importancia que le otorgan a este tema los gobiernos globales, como el potencial de competencia fiscal y de impactos inflacionarios.

Escaneando el horizonte en busca de mayor valor

Al considerar el impacto de los impuestos en los criterios ESG y el valor que pueden agregar, existe una clara necesidad de que las organizaciones realicen un horizon scanning exhaustivo. Delinear qué políticas de los países afectarán la base de costos directos de la organización, qué costos están repercutiendo por los proveedores, o incluso la base de costos de las entidades en las que invertís, permitirá desarrollar una estrategia mucho más informada sobre impuestos y ESG. Es necesario comprender las cadenas de suministro y estar atento sobre hacia dónde parece dirigirse la política en los países clave relacionados con esas cadenas de suministro.

Según Dan Dickinson, “este horizon scanning debe superponerse a los datos ambientales que la organización ya está produciendo”. Y afirma que, “si se toma el carbono como ejemplo, es probable que la organización ya esté midiendo las emisiones y buscando activamente reducirlas. Se puede superponer la sensibilidad fiscal a esos datos para ver cuánto podrían aumentar los costos fiscales en el futuro debido a las emisiones de carbono”.

Los impuestos tienen un impacto en todas las facetas de la agenda ESG de una organización, y este tipo de enfoque proactivo le permitirá agregar el mayor valor posible desde el punto de vista fiscal. Como líderes de impuestos, cuanto más se involucren con los criterios ESG en su organización, antes podrán generar un impacto.